Buenos días a todos!
Hoy queremos contaros como fue nuestro proceso creativo para llegar a las
asombrosas 500 ideas. A primera vista, puede parecer una locura, pero
con las herramientas y la inspiración adecuada todo se consigue.
Recordamos que nuestro reto es la disminución (o eliminación) del desperdicio
de alimentos en los mercados de abastos. Es un reto complicado pero los
miembros del grupo 1 estamos preparados y con ganas de asumir este gran reto.
Para llegar hasta esa cantidad de ideas, separamos el proceso en dos fases.
En una primera fase, cada miembro del grupo tenía que pensar 60 ideas
por su cuenta o con ayuda de conocidos, utilizando herramientas como la flor de
loto o la HIT matrix. Debajo se pueden ver dos ejemplos de la flor de loto para
el desperdicio de alimentos.
Gracias a este tipo de herramientas obtuvimos ideas muy innovadoras y otras
bastante extravagantes como hacer perfumes con los alimentos a punto de expirar
(Todo suma!). Esto provocó bastantes risas a la hora de ponerlo en común, lo
que nos ayudó a alcanzar ese clima divertido que se necesita para ser creativo.
En una segunda fase, nos reunimos por Teams para ponerlo en común y
seguir desarrollando ideas juntos hasta que alcanzamos el objetivo de las 500
ideas.
Tras alcanzarlo, tocaba tomar la difícil decisión de elegir el
proyecto al que vamos a dedicar todo nuestro esfuerzo durante el resto del
curso. Para decidirnos, llevamos a cabo un proceso de priorización y
clasificación de ideas hasta que dimos con la definitiva.
Los desechos orgánicos de los mercados tienen muchos usos, desde utilizar
el sebo de la carne para cosméticos hasta venderlo como comida de animales
domésticos. Sin embargo, no existe ningún servicio que ponga en contacto a
todos los compradores interesados con los vendedores, lo que termina con gran
cantidad de estos alimentos en los contenedores.
Con este pensamiento hemos definido nuestra idea, nuestro proyecto:
desarrollar una plataforma (página web y aplicación) que distribuya los
desechos de los mercados de abasto de Madrid a los consumidores que lo precisen
(ya sean empresas como particulares). Para ello es necesario pensar qué usos se
les puede dar a gran parte de los alimentos no vendidos al final de un día de
mercado, qué empresas sacarían provecho de estos productos (según el uso que se
haya previsto para cada desecho en particular) y hacer el sistema de
distribución que se corresponda. En caso de no poder ser utilizado por
empresas, el producto no vendido podría llegar a un cliente (particular) que
desee adquirirlo (prescindiendo de las cualidades que ha podido perder).
Esperamos que os guste nuestra idea y si alguien tiene sugerencias son más
que bienvenidas! Estamos al otro lado del ordenador para lo que necesites
jejeje.
Muchas gracias a todos por leernos.
Nos vemos en clase.
Grupo 1
Comentarios
Publicar un comentario