La mente de todos los ingenieros de diseño día tras día aparece plagada
siempre del mismo pensamiento. ¿Cómo lograr un gran éxito? Un producto
innovador, una idea revolucionaria, un invento que cambie el mundo. Quizás una
nueva máquina de vapor, o una bombilla. Bueno, quizás eso sea intentar empezar
demasiado rápido. Antes de eso deberíamos mirar a nuestro alrededor.
El primer paso para un ingeniero es pararse a recapacitar sobre la gente
que le rodea: ¿qué puedo hacer yo para ayudarla? Una pregunta muy difícil de
responder. Y por ello lo mejor es que no seamos nosotros los que busquemos su
solución, sino que sean precisamente los demás los que nos la aclaren.
Por ello, nuestro objetivo esta semana ha sido recopilar toda la
información posible acerca de qué esperan nuestros clientes sobre nuestro
producto. Objetivo que hemos cumplido mediante la realización de varias
entrevistas, que han servido para conocerlos en profundidad.
Por un lado, del ingenia
“Diseñando un sistema eléctrico” hemos conocido que todos los años suelen
acudir a la gala sin gran emoción, pues opinan que su asignatura no “es
vistosa” de cara al público. ¿Qué podemos hacer por ellos? Bueno, la realidad
es que sus exigencias no son excesivas, pues lo más destacable es una mesa
resistente para su bastidor (unos 50 kg) y mucho espacio para que puedan
acudir, si lo desean con todo el equipo que necesitan. También habría que
valorar la posibilidad de disponer de paneles que permitan mostrar todos sus
análisis del sistema eléctrico realizado.
Por otro lado, las
conclusiones de “Proyecto de máquinas” son completamente diferentes. La ilusión
en este caso es por poder llevar a la gala 3 productos completamente realizados
por ellos. De nuevo hablan muy ilusionados de su asignatura y no pueden evitar
fardar de los éxitos anteriores. ¿Cuál debe ser nuestro objetivo? Difícil
responder a esta pregunta, pues sus proyectos aún están por terminar de
definir. Sin embargo, de nuevo las exigencias no parecen excesivas: nos
informan de que unas mesas y unos paneles serían suficientes. Eso sí, deberán
ser tres conjuntos diferentes. Cada producto merece su reconocimiento
individual.
Con todo, las ideas aún
siguen estando un poco verdes. Sin embargo, sí que hemos sacado una cosa en
común: lo importante es que la ilusión que se veía en sus caras al hablar de su
proyecto siga estando el gran día.
Ahora es nuestro momento
de trabajar para que sea así. ¿El siguiente paso? Reflexionar sobre sus
comentarios, analizar sus respuestas, realizar un mapa de empatía y terminar
descubriendo cuál es el producto que mejor se adapta a sus necesidades…
Aún queda mucho trabajo
por hacer.
Comentarios
Publicar un comentario