El concepto de calidad a nivel empresarial así como los aspectos con respecto al desempeño empresarial que engloba han ido variando a lo largo del tiempo.
Durante la época artesanal, hace en torno a 100 años, el concepto de calidad se refería a hacer las cosas bien, independientemente del coste o del esfuerzo necesario que se necesitara. El objetivo era satisfacer al cliente y tratar de crear un producto único con el que poder diferenciarse.
Posteriormente, tras la 1ª Revolución Industrial, se pasó a identificar la calidad con la producción: se pretendía satisfacer una gran demanda de bienes con el objetivo de obtener el mayor beneficio posible.
La Segunda Guerra Mundial, que comenzó en 1939, trajo consigo otro enfoque del término calidad. Se necesitaba tener un armamento preciso en la cantidad y en el momento determinado. Esto condujo a la consideración de la calidad como la suma de dos aspectos: la eficacia y el plazo.
Fue en la postguerra cuando aparecieron nuevos conceptos de calidad que no tenían como única preocupación el producto (como había sucedido hasta entonces) sino que se tenia en cuenta al cliente, pasándose de hablar de "control de calidad" a una "gestión de la calidad". Japón, con su enfoque de calidad orientado a satisfacer al cliente haciendo las cosas bien a la primera, minimizando costes con el fin de ser competitivo, fue pionero en estos nuevos conceptos de calidad.
En los últimos 40 años el concepto de calidad se ha ampliado aún más, tratándose de utilizarla para reducir costes, prevenir errores o satisfacer al cliente, llegándose en el siglo XXI a un concepto mucho más global mediante el que se gestionan todos los elementos de la organización, buscándose la calidad total y la mejora continua.
Llegados a este punto, alguna de las preguntas lógicas que pueden surgir son las siguientes: ¿cuál es el concepto de calidad qué tendrán en mente nuestros clientes con respecto a los stands que tenemos que proporcionarles? ¿Es necesariamente mejor (con mayor calidad percibidad por nuestros clientes) un stand muy espetacular que un stand más simple pero con una gran funcionalidad para lo que nos piden nuestros clientes? Para nosotros, está claro que la calidad la definen nuestros clientes, siendo la calidad, todo aquello que satisface las necesidades de los clientes. Un claro ejemplo puede ser la calidad de un teléfono móvil percibida por diferentes clientes. Un móvil muy simple tendrá una gran calidad para una persona anciana, mientras que para una persona adolescente la mayor calidad de un móvil estará asociada, probablemente, a la mayor complejidad y exclusividad del mismo.
Nuestro objetivo, como proveedores de stands para los INGENIA de videojuegos y de láser, será buscar un compromiso entre la estética y lo espectacular, tratando de atraer la mayor cantidad de público posible y de convertir estos dos ingenias en los focos principales de atención de la feria, y la funcionalidad del producto, consiguiendo satisfacer todas las expectativas y necesidades de nuestros clientes. Estamos convencidos de que nuestros clientes quedarán completamente satisfechos con nuestro trabajo y con ganas de volver a confiar en nosotros futuros proyectos en los que se embarquen.
Dicho todo esto, nosotros estamos trabajando para ofrecer a nuestros clientes unos productos espectaculares, originales y totalmente novedosos, pero sin perder de vista que la calidad la establecen ellos, no nosotros.
Durante la época artesanal, hace en torno a 100 años, el concepto de calidad se refería a hacer las cosas bien, independientemente del coste o del esfuerzo necesario que se necesitara. El objetivo era satisfacer al cliente y tratar de crear un producto único con el que poder diferenciarse.
Posteriormente, tras la 1ª Revolución Industrial, se pasó a identificar la calidad con la producción: se pretendía satisfacer una gran demanda de bienes con el objetivo de obtener el mayor beneficio posible.
La Segunda Guerra Mundial, que comenzó en 1939, trajo consigo otro enfoque del término calidad. Se necesitaba tener un armamento preciso en la cantidad y en el momento determinado. Esto condujo a la consideración de la calidad como la suma de dos aspectos: la eficacia y el plazo.
Fue en la postguerra cuando aparecieron nuevos conceptos de calidad que no tenían como única preocupación el producto (como había sucedido hasta entonces) sino que se tenia en cuenta al cliente, pasándose de hablar de "control de calidad" a una "gestión de la calidad". Japón, con su enfoque de calidad orientado a satisfacer al cliente haciendo las cosas bien a la primera, minimizando costes con el fin de ser competitivo, fue pionero en estos nuevos conceptos de calidad.
En los últimos 40 años el concepto de calidad se ha ampliado aún más, tratándose de utilizarla para reducir costes, prevenir errores o satisfacer al cliente, llegándose en el siglo XXI a un concepto mucho más global mediante el que se gestionan todos los elementos de la organización, buscándose la calidad total y la mejora continua.
Llegados a este punto, alguna de las preguntas lógicas que pueden surgir son las siguientes: ¿cuál es el concepto de calidad qué tendrán en mente nuestros clientes con respecto a los stands que tenemos que proporcionarles? ¿Es necesariamente mejor (con mayor calidad percibidad por nuestros clientes) un stand muy espetacular que un stand más simple pero con una gran funcionalidad para lo que nos piden nuestros clientes? Para nosotros, está claro que la calidad la definen nuestros clientes, siendo la calidad, todo aquello que satisface las necesidades de los clientes. Un claro ejemplo puede ser la calidad de un teléfono móvil percibida por diferentes clientes. Un móvil muy simple tendrá una gran calidad para una persona anciana, mientras que para una persona adolescente la mayor calidad de un móvil estará asociada, probablemente, a la mayor complejidad y exclusividad del mismo.
Nuestro objetivo, como proveedores de stands para los INGENIA de videojuegos y de láser, será buscar un compromiso entre la estética y lo espectacular, tratando de atraer la mayor cantidad de público posible y de convertir estos dos ingenias en los focos principales de atención de la feria, y la funcionalidad del producto, consiguiendo satisfacer todas las expectativas y necesidades de nuestros clientes. Estamos convencidos de que nuestros clientes quedarán completamente satisfechos con nuestro trabajo y con ganas de volver a confiar en nosotros futuros proyectos en los que se embarquen.
Dicho todo esto, nosotros estamos trabajando para ofrecer a nuestros clientes unos productos espectaculares, originales y totalmente novedosos, pero sin perder de vista que la calidad la establecen ellos, no nosotros.
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