Una de las etapas más importantes en el
trascurso de nuestra asignatura INGENIA- DPVC es la búsqueda de un buen
problema a resolver. Esta etapa transcurre en el inicio de la asignatura y su
elección mediatiza todo el desarrollo posterior.
Los problemas pueden ser de tres tipos
fundamentalmente;
·
PROBLEMAS RUTINARIOS
·
PROBLEMAS NO RUTINARIOS O
INSUFICIENTEMENTE O MAL DEFINIDOS
·
PROBLEMAS MALDITOS
·
Las CRISIS
Los PROBLEMAS RUTINARIOS son los más
frecuentes en la vida profesional; son problemas que con conocimiento, método,
recursos y experiencia se resuelven.
Los PROBLEMAS NO RUTINARIOS son problemas
donde faltan datos o información, la solución no es previsible o no han sido
abordados anteriormente y por lo tanto hay poca experiencia. Son los problemas
que tratamos de abordar en nuestra INGENIA.
Nuestra definición del problema o reto debe
contener los siguientes requisitos:
·
Tiene que involucrar a las
personas; desde la perspectiva de la metodología de Design Thinking este
aspecto es relevante ya que estamos orientados a los usuarios.
·
Tiene que tener una formulación
amplia; nos debe permitir explorar múltiples soluciones. La propia formulación
del problema no debe contener la solución.
·
Debe ser limitado en el tiempo ya
que la asignatura así lo requiere.
Los problemas MALDITOS son aquellos problemas
que por su complejidad son muy difíciles de abordar por las organizaciones. La
complejidad se puede referir a la mala definición del problema cambiante o
contradictoria, a la necesidad ingente de recursos o al número de personas u
organizaciones implicadas. Ejemplos de este tipo de problemas pueden ser la
reconversión de la universidad española, el conflicto árabe –israelí, la escasa
presencia de la mujer en las ciencias y en las ingenierías, la desigualdad
entre mujeres y hombres, la reducción de los gases invernadero….
Sus soluciones no están claras y pueden
afectar o desarrollar otros problemas malditos.
Finalmente están las CRISIS. Las crisis se dan
en cualquiera de los problemas vistos anteriormente. Se caracterizan por la
presión del tiempo; son problemas, de cualquier tipo, que deben ser resueltos
en un espacio temporal muy limitado. Un ejemplo de crisis de un problema
rutinario puede ser la infección por un virus conocido en los sistemas
informáticos. La existencia de un estado de emergencia por una hambruna,
terremoto u otra catástrofe natural o un conflicto bélico puede ser otro
ejemplo de crisis de un problema no rutinario o incluso de un problema maldito.
En cuanto a los recursos o el tiempo para
solucionar estos problemas; este es exponencial. En los problemas malditos
muchas veces somos incapaces de encontrar solución en un intervalo de tiempo
“razonable”.
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